En su regreso a la Patognia, las 1000 Millas Sport llegaron a Villa La Angostura, donde la avenida Arrayanes se transformó en un impresionante museo de automóviles clásicos para el disfrute de los cientos de vecinos que se acercaron a participar de una jornada única.
Los competidores arribaron pasadas las 11 de la mañana, y en una primera instancia continuaron hasta el inicio de la Ruta de los Siete Lagos, donde realizaron distintas pruebas, para luego concluir la segunda etapa de la competencia en el centro de la localidad.
Pese a la inestabilidad climática, que incluyó intermitentes lloviznas, los vecinos angosturenses fueron lentamente colmando la avenida, transformándola en una poblada peatonal, las familias iban y venían fotografiándose junto a los imponentes vehículos.
El intendente Roberto Cacault recorrió la totalidad del predio, donde más de 150 vehículos se exhibieron en dos cuadras de la arteria: "estamos orgullosos de poder colaborar con la organización del evento, de lograr conformar esta estrategia de parar en la avenida principal para que la gente disfrute estas maravillas".
Durante la tarde, mientras los autos estuvieron en exhibición, se acercaron hasta allí el secretario de Turismo, Marcelo García Leyenda, responsable de las gestiones con la organización, y el subsecretario de Cultura, Jorge Arakelian, cuyo área aportó con alternativas culturales para acompañar la estadía del evento en la localidad.
Cacault resaltó que "hemos cumplido una vez más, como pueblo, en la prestación de servicios y en la organización de otro importante evento, empezando a tener esta impronta que ojalá podamos mantener y mejorar, para que Villa La Angostura tenga su lugar en las 1000 Millas de Argentina".
Participan de esta edición 163 autos antiguos fabricados entre 1925 y 1981, de los cuales hubo 24 binomios extranjeros provenientes de Rusia, Inglaterra, Italia, Francia, España, Bélgica, Holanda, Estados Unidos, Brasil, Chile y Uruguay, en otros países, quienes pudieron disfrutar de Villa La Angostua.
Carlos Lindenbaum, organizador del evento, consideró respecto de la nueva modalidad, que "las innovaciones son geniales, y estamos muy contentos con el trabajo que han hecho las autoridades y todo el pueblo".
"Villa La Angostura es la frutilla de las 1000 Millas, el lugar más esperado por todos porque es el más lindo, y lo que han hecho hoy es buenísimo. Estoy seguro que Roberto y toda su gente van por más, nosotros también, y siempre vamos a volver acá", señaló Lindenbaum respecto la posibilidad de que el evento regrese el año que viene.
Las 1000 Millas Sport de la Patagonia reunieron en esta ocasión a gran cantidad de figuras, entre las que se destacó el Príncipe Leopoldo de Baviera, conformando el equipo BMW que participó con dos modelos de la marca: un 507 de 1959 y un 328 traído desde el Museo Clásico que la marca tiene en Alemania.
"Es la primera vez que participo de las 1000 Millas en Argentina. Ya lo había hecho en Italia y una vez en Japón, pero aquí tienen un hermoso paisaje, y el recorrido que escogió la organización es precioso", consideró el Príncipe Leopoldo.
Respecto de la jornada en Villa La Angostura, señaló que "hubo mucha acción con la participación de los tambores y las bailarinas, ha sido una bienvenida muy linda para nosotros que participamos, y con gente tan amigable y buenas rutas, los autos que son hermosos, ha sido fantástico".
Para las 14, los clásicos comenzaron lentamente a partir rumbo a Bariloche, donde mañana se largará la tercera y última etapa de la competencia. Cientos de vecinos vivaron y despidieron a los competidores desde el boulevard, quienes retribuyeron el gesto desde las impresionantes máquinas.
Otra reconocida figura participante fue el representante de modelos Pancho Dotto, de vuelta en competencias de regularidad tras su ausencia desde 2007: "Villa La Angostura es el lugar más lindo de la Patagonia. Es como un regalo, hay una armonía muy grande entre la naturaleza, la gente y su construcción, cosas que en otros lugares no se han cuidado".
Dotto también destacó la gran presencia de vecinos en el centro para disfrutar del evento: "fue como una cosa social que se compartió con la gente. Es muy lindo estar con la gente del pueblo, aunque sean ellos los agraciados de poder vivir acá, uno de los paraísos del planeta".
