"NO NOS VAN A TORCER EL BRAZO, NO VAMOS A EJERCER REPRESIÓN NI VIOLENCIA"
Pese a que aún han pasado muy pocas horas desde la finalización de la protesta del gremio ATE, en la que Villa La Angostura también fue elegida como campo de combate por los piqueteros vestidos de verde, me animo a expresar que quienes representan a los trabajadores estatales acaban de experimentar un nuevo fracaso y otro gran retroceso fruto de su propia barbarie.
Imágenes de violencia, quema de cubiertas, caras ocultas, actitudes y movimientos beligerantes e intimidatorios y la obligación de permanecer como rehen en largas colas de espera en las rutas, fueron escena común y repetida en el territorio provincial.
La sensación de desamparo para transitar libremente, producto de la prohibición matona ejercida por los dirigentes del gremio contra trabajadores, vecinos, turistas, amas de casa, estudiantes y todo aquel desprevenido que intentaba trasladarse por el puente del Río Correntoso, fue general.
También se extendieron rápidamente las quejas y el malestar fue creciendo hasta límites siempre temidos. La tan repetida crónica de un final anunciado pareció estar mas vigente que nunca.
Ante este panorama no puedo expresar menos que una enorme tristeza y una sensación de seria preocupación por un final que se asomó desde el primero momento como trágico.
Lamentablemente no me equivoqué cuando presumí que esto podía terminar mal y hoy podemos decir que pudo ser aún peor. Fue sumamente desagradable ver como subía el nivel de violencia ante la parada intolerante de quienes reclaman sin considerar mínimamente los derechos ajenos.
A esta altura resulta imperioso reiterar el repudio a este nuevo hecho vandálico protagonizado en perjuicio de nuestro pueblo, por foráneos y ajenos al mismo, que no hace mas que despertar críticas, afectar a quienes desean trabajar y generar un clima que nada tiene que ver con la sociedad que intentamos construir.
Este alarde de fuerzas que cometieron con desparpajo quienes ostentan la representación del gremio ATE, desafiando a jueces, fiscales, agentes de seguridad y a todo un sistema de gobierno democrático, no hace mas que sumar voces en contra de esta forma ya irracional de reclamo. Un estilo y un modelo que ha perdido vigencia, que tiene cada vez menor tolerancia y ante el cual, cada vez, son menos los que parecen dispuestos a aceptarlo tan mansamente como ha sido hasta aquí.
En una provincia en la que tenemos el orgullo de exhibir estadísticas de crecimiento, de responsabilidad en la administración y en la que están completamente abiertos en forma permanente todos los canales de diálogo, resulta incomprensible e inadmisible, este intento casi desestabilizador, que a esta altura ya evidencia otras intenciones.
Pareciera ser que el fanatismo de unos esta obligado a superar la razón y el diálogo que proponemos los otros. Pese a todo, resulta oportuno relanzar el llamado a la tolerancia, a aceptar el disenso y a no mantener estas posturas infranqueables.
Sin soslayar el genuino derecho a peticionar y a reclamar, que asiste a todo ciudadano, insto a encontrar una postura coherente y de verdadera vocación de diálogo, como la que ofrece en forma permanente nuestro gobernador y como lo hacemos desde cada ámbito institucional.
Esperanzado en que sabrán superar estas malas prácticas, ratifico plenamente que "no nos van a torcer el brazo". Porque guiados por la conducción del Compañero Jorge Sapag seguimos dispuestos a trabajar para encontrar soluciones. Porque vamos a mantener el diálogo como única vía de entendimiento. Porque no van a lograr provocar un acto de barbarie de nuestra parte. Ante un pretendido enfrentamiento, seguiremos actuando dentro del marco legal y bajo las normas del estado de derecho que nos rige.
No nos van a torcer el brazo, no vamos a ejercer represión ni violencia.
ROBERTO ENRIQUE CACAULT - INTENDENTE MUNCIPAL
