El 16 de octubre se conmemora el día mundial de la alimentación. Este fue proclamado en el año 1979 por la Conferencia de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación -FAO- teniendo como objetivo concientizar a toda la población sobre el problema alimentario mundial fortaleciendo la solidaridad en la lucha contra el hambre y la desnutrición. El lema para el año 2018 es "Hambre Cero", pretendiendo acabar con el hambre y lograr una nutrición mejorada y una agricultura sostenible.
Desperdiciar menos comida y alimentarse mejor son algunos de los elementos claves para construir un mundo libre de hambre. Vivimos una vida acelerada y hacernos tiempo para la preparación de comidas saludables y nutritivas puede ser un desafío. Debemos tener en cuenta que las comidas saludables no tienen que ser de mucha elaboración. En realidad, estas se pueden cocinar de manera rápida y sencilla, utilizando solo unos pocos ingredientes y optimizando los recursos disponibles en el hogar. Considerando, que una alimentación saludable ayuda a vivir más y ayuda a prevenir diferentes enfermedades.
Planificar la construcción de huertas familiares, en función del espacio que se disponga puede ser una estrategia interesante para la obtención de alimentos seguros y sanos. Huertas, invernaderos y mini huertas en cajones y macetas pueden ser opciones posibles de acuerdo a los recursos disponibles. Además, reciclar desperdicios mediante la realización compost orgánico promueve la mejora del suelo de la huerta y disminuye la generación de residuos orgánicos.
Algunas acciones locales que suman
Desde municipio saludable trabajamos con diferentes estrategias promoviendo una alimentación saludable en espacios como las escuelas. En este sentido, los KICASA (Kioscos caseros saludable), fomentan la elaboración de preparaciones caseras, fáciles y sencillas para vender en el kiosco escolar. Asimismo, los talleres de cocina saludable para niños y niñas (PEQUECHEF), los talleres de cocina para adultos y la participación en las ferias de economía social, fortalecen e incentivan a las familias y productores locales en la elaboración de productos saludables.
Por otro lado, desde la sub secretaria de Economía social se está promoviendo el desarrollo de huertas familiares a través del programa de financiamiento de invernaderos urbanos. En este programa, se capacita a las familias en el armado y mantenimiento de una huerta y se entrega el material para la construcción de un invernadero. También hay espacios de huertas comunitarias con finalidades terapéuticas.
Todos estos espacios se sostienen desde hace años con un equipo intersectorial e interinstitucional, aunando esfuerzos y voluntades, convencidos de que una comunidad saludable y sostenible es posible en Villa la Angostura.
