Franco Chiatellino se incorporó a la Ruta de Productores y Artesanos hace más de tres meses, cuando decidió abrir las puertas de su local de velas artesanales De luz y de fuego, en la calle Las Mutisias 196 del barrio El Cruce.
La Ruta de Productores y Artesanos es una iniciativa de la Subsecretaría de Economía Social, con la finalidad de fomentar la actividad productiva artesanal, configurándose como un espacio de exposición del proceso productivo, además de brindar la posibilidad de comercialización y venta buscando desarrollar y establecer la actividad productivo artesanal como complemento del desarrollo turístico local.
"Tenía mi taller y tuve ganas de volver a atender al público, y ya que estaba inscripto en el Registro de Artesanos de la localidad, me acerqué al área de Economía Social que empezaba a andar una nueva etapa de la Ruta de Artesanos", explicó Franco respecto de sus inicios en el proyecto.
De luz y de fuego ofrece una variada gama de velas artesanales, entre los que se incluyen velas aromáticas y fanales decorativos: "las velas tienen que iluminar; si las prendes y no alumbran pierden la gracia, por lo que el pabilo tiene que llegar al fondo y las decoraciones deben estar sólo por fuera. Los mismo con los aromas: para que se sienta hay que poner una cantidad de esencia que valga la pena", explicó.
El local abre sus puertas de martes a sábado de 11 a 13 y de 16 a 21 horas, mientras que los domingos atiende sólo por la tarde. Entre la variada oferta de colores, alusivos a su respectiva fragancia, se destacan aromas de lavanda, frutos rojos, sándalo, madreselva, manzana y coco, en variadas alternativas que incluyen decoraciones con piedras, flores secas o pétalos.
Chiatellino detalló que la alternativa de la ruta complementó otras acciones desarrolladas desde el área de Economía Social, como la participación de los integrantes del registro en distintas ferias de la provincia, como paliativo a lo sucedido durante la crisis del volcán Puyehue.
"Siempre hay que seguir agregando, viendo y buscando alternativas. La opción de abrir los talleres y que estén guiados, que la gente tenga conocimiento de donde está uno al margen de la publicidad privada que pueda hacer, o identificarse con el logo de la ruta, son cosas buenas para todos quienes nos sumamos y para los turistas que nos visitan".
Una de las características de la Ruta de Productores y Artesanos es que el espacio de exposición y comercialización debe también funcionar como espacio de producción y desarrollo del producto: "normalmente uno compra el producto hecho y no sabe nada de su historia. Acá viene gente con sus chicos y ven los distintos procesos, y a veces se queda un buen rato durante la tarde para ver cómo son los pasos, lo que propicia charlas mucho más interesantes y muy enriquecedoras", indicó Franco.
"Visitar la Ruta de Productores y Artesanos es parte de conocer la cultura del lugar, saber de estos lugares escondidos donde surgen muchas de las cosas que la villa ofrece para llevar. Nosotros somos pequeños productores, pero cada uno va tratando de volcar la mayor calidad posible a sus productos, y que la Municipalidad nos apoye hace que podamos llegar a mucha más gente", concluyó el artesano.
