El viceintendente Guillermo Caruso, a cargo del poder ejecutivo, presidió ayer las celebraciones por el segundo aniversario de la erupción del complejo volcánico Cordón Caulle Puyehue, en el marco del Día del Voluntario y de la Solidaridad declarado en la provincia del Neuquén en conmemoración a lo sucedido aquel 4 de junio de 2011.
La ceremonia comenzó a las 15:30 horas con el sonido de la sirena de emergencia, momento en el que los presentes no pudieron ocultar la emoción, y durante su desarrollo contó con las invocaciones religiosas del pastor Oscar Bay y la hermana Susana de la parroquia Nuestra Señora de los Siete Lagos. También se dirigieron al público el vecino Ariel Domínguez, impulsor del Día del Voluntario y de la Solidaridad, y el intendente mandato cumplido Ricardo Alonso, invitado por el viceintendente a tomar la palabra por fuera del protocolo.
En su alocución, Caruso recordó como "todos los pronósticos eran negativos y nada daba indicios de mejora de la situación", y destacó el "contagio positivo de energía, fuerza y ponerse a disposición para lo que sea" que se vivió en el Centro de Operaciones de Emergencia (COE), donde se unieron autoridades municipales, provinciales y nacionales junto con los voluntarios, para cubrir donde surgiera una necesidad.
"Hoy me atrevo a proponer que aprovechemos este aprendizaje y hagamos el esfuerzo para que esos valores no caigan nunca, no dejemos que nada ni nadie nos lleve a encerrarnos, a aislarnos en situaciones de individualismo" consideró, y destacó la necesidad de "mantener en alto esos valores de voluntarismo y solidaridad".
El viceintendente también resaltó que "la fuerza de la unión es capaz de equiparar las peores dificultades, tenemos innumerables opciones para ejercitar la participación de los vecinos en los más diversos ámbitos, y si fuimos capaces de revertir la situación de un pueblo sepultado, con esa misma actitud podemos caminar detrás de un objetivo común, siempre superador".
Finalmente, Caruso destacó que "el desafío para el futuro es que seamos muy agradecidos, que no perdamos nunca esa cuota de gratitud para cada voluntario, institución o persona local que fuimos poniendo el hombro, desde cada rincón de la provincia y del país que hicieron posible esta gran recuperación".
Una vez concluido el acto, los presentes se trasladaron a la plaza de Los Pioneros, donde se descubrió una placa en homenaje al sitio histórico de funcionamiento del COE, y a continuación se ofreció chocolate caliente y tortas fritas, preparados por numerosas vecinas que también fueron voluntarias hace ya dos años.
