FINALIZO LA MUESTRA PLASTICA ROJO VIENTO
La Semana de la Cultura incluyó la presentación del grupo artístico Rojo Viento, integrado por artistas plásticas de Villa la Angostura que también practican la docencia, ya sea en las escuelas locales o en diversos talleres en la Casa de la Cultura: Paola Knotek, Cecilia Gaviola, Mariana Laguarde y Magdalena Crespo; completa la agrupación Laura García Rodríguez con su narración Las tejedoras.
Desde el lunes se pudo apreciar la obra instalada en los distintos salones del centro de convenciones Arrayanes, que incluyó pintura, escultura y otras variadas técnicas, con el uso de diversos materiales.
Magdalena Crespo brindó la bienvenida a los visitantes con su Re-tornado en el hall de entrada del Centro de Convenciones. Esta obra, según su autora, "habla de destejer, para tejer nuevamente la historia, hacerla girar y girar, rodar sus gritos en el aire", y consiste en un enorme tornado tejido con cintas de video que contenían "2424 minutos de historias familiares, recuerdos y hechos importantes". Además del esta pieza, Crespo presentó otras 5 esculturas construidas con maderas recogidas en la costa del lago, entre las cuales predomina casi de manera absoluta el símbolo circular, que genera una tangible familiaridad con el tornado.
Cecilia Gaviola presentó numerosas acuarelas de su producción desde 2009, en las que se entrevé una cierta presencia de tristeza a través de las tonalidades azuladas y ocres, casi siempre presentes. Obras como Pureza, Noche y Otoño son muestra de hermosos paisajes mínimos de gran familiaridad para cualquiera de los pobladores de Villa la Angostura, con iluminación propia y una tranquila serenidad.
Mediante técnicas mixtas y un alegre colorido, Mariana Laguarde propone una visión festiva y llena de sorpresas en sus matices; rasgos faciales encubiertos (Fragmentos), la presencia circular, líneas sutiles decoradas por símbolos caligráficos que bien podrían ser parte arábicos y parte chinos.
Paola Knotek también trabaja con la tridimensionalidad. La serie compuesta por las obras Mujer, Hombre y Felicidad, podrían representar una aguda mirada a la infancia actual mediante los juguetes que utiliza y descarta a lo largo de su recreación y aprendizaje. Mujer es una cuadrícula rosada y lila que desnuda la abundancia de lo estético y lo material en la crianza de nuestras niñas.
Al mismo tiempo, Hombre ofrece una visión no menos cruda de la infancia masculina: la gran mayoría de elementos son soldados, fornidos guerreros imaginarios, armas y vehículos guerreros. En menor medida, la obra cuenta con vehículos de competencias deportivas y alguna maquinaria de trabajo pesado.
Por último, Felicidad también utiliza juguetes de niños, pero en este caso no utiliza ningún elemento de tinte violento, y evita la elección de elementos femeninos como los utilizados en Mujer. En este último caso se utilizan juguetes tal vez más correspondientes a la primera infancia.
