Las escuelas de Villa la Angostura participaron de la Semana de la Cultura con sus alumnos, quienes pudieron recorrer la exposición de Rojo Viento en compañía de sus maestras y de las mismas artistas, quienes detallaron respecto las obras y respondieron las diversas consultas de los chicos.
Rojo Viento está integrado por Laura García Rodríguez, Paola Knotek, Cecilia Gaviola, Mariana Laguarde y Magdalena Crespo, quienes se desempeñan en la docencia artística ya sea en las escuelas o en los talleres dictados en la Casa de la Cultura.
Las escuelas que se presentaron al Centro de Convenciones para recorrer la instalación fueron la 104, con dos cursos, la escuela Especial 18, y los cursos nocturnos del CPEM 17.
Alejandra Valente, maestra de plástica de la 104, consideró que esta es una manera más de buscar el acercamiento al arte de los chicos, "pero diferente, al ser una muestra de adultos con la presencia de los artistas".
Los chicos recorrieron las distintas salas y tomaron apuntes en hojas de carpeta o cuadernos. Algunos se detenían ante alguna obra que le hubiese llamado la atención, otros palpaban distintas texturas, y también hubo quienes debatían sus consideraciones.
Valente explicó que los chicos llegaron con "preguntas sobre una mirada objetiva y otra subjetiva; que tuviera una parte de observación de lo que son los elementos plásticos en sí, y después otra parte de interpretación, lo que ellos iban sintiendo y expresando a través de los mensajes que le daba una obra elegida".
"La producción de ellos mismos se enriquece al ver a sus propios maestros, ver como se inspiran y trabajan. También hubo un lindo contacto con la infancia, que se disparó con la obra de Paola, que los inspiró y los llevó a tocar los juguetes que componen la obra", narró Valente.
Respecto de la obra expuesta, la maestra de plástica resaltó que "se siente mucho la presencia de la mujer, de lo femenino, de la infancia, del nido y de la herencia, así que hay mucha riqueza como para poder después charlar con los chicos".
Laguarde, que recorrió su obra junto a los chicos, resaltó la importancia de "generar un intercambio, construir puentes, y sobre todo porque a ellos les enriquece la mirada, sus posibilidades expresivas: ver que otro se animó a usar un tipo de material, lo que genera también un impacto visual. Me parece que también enriquece su modo de decir, porque ellos van a ir descubriendo modos de decir particulares".
También destacó el valor del acercamiento entre los artistas y los niños: "ver que es posible, que la obra no es únicamente aquello que pensas para un museo, si no que empieza a participar de otros espacios, y que está excelente que ellos vengan a las exposiciones y que las exposiciones también se acerquen a ellos".
